jueves, 22 de noviembre de 2018



CAPERUCITA ROJA


En un pueblecito muy pequeño vive una familia de humildes campesinos. Una de sus hijas era muy espabilada y muy decidida. Su abuela, cuando la niña era pequeña, le hizo un abriguito rojo con una capucha y desde entonces en el pueblo, todos la llaman Caperucita Roja. Un día al llegar del colegio su mamá le dijo... 
-Caperucita, acaba de llamar la abuela y dice que no se encuentra muy bien, así que tendrás que ir a llevarle la compra. Caperucita protestó.
-¡Jo mamá! No es justo! yo quiero mucho a la abuela... pero es que siempre me toca a mí. 
La casa de la abuela está un poco alejada, tiene que atravesar un pequeño bosque y a la niña le da mucha pereza. Además, suele cruzarse con algún que otro animal y aunque no tiene miedo, no le hace demasiada gracia. No obstante, cogió  el cesto, montó en su bicicleta y salió a todo correr. Por el camino iba cantando y saludando a los campesinos que se encontraba. Al llegar a casa de su abuela le extrañó ver que estaba la puerta abierta y al entrar encontró todo revuelto. La abuela estaba muy sofocada y toda desgreñada. Caperucita corrió hacia ella y la abrazó.
-¿Que te ha pasado abuelita? 
-¡Nada hija! ¡No te asustes! A sido ese lobo que ronda la aldea, se ha metido en el corral a comerse las gallinas, pero ¡ah! Se ha ido bien escaldado, porque con ese garrote que ves ahí... le he dado tal tunda de palos... que no creo que tenga ganas de volver.
Caperucita se abrazó más fuerte a su abuela y mientras lo hacía pensaba...
-Tengo que hablar con mamá, la abuela está muy mayor y no puede seguir viviendo sola tan alejada de nosotros.
Se despidió de ella con un beso y emprendió la vuelta a casa.
Ahora su única preocupación era no pinchar la rueda por el camino, porque si no, tendría que cargar con la bici a cuestas y quizás... encontrarse con el lobo.
                                                                 FIN.

viernes, 9 de marzo de 2018

8 DE MARZO




           Ayer 8 de marzo fue un día histórico en la vida de las mujeres españolas, pues por primera vez nos lanzamos a las calles para reclamar nuestros derechos. Fue emocionante ver las calles llenas de mujeres de todo tipo, mayores, jóvenes y niñas, sin olvidar los hombres que nos acompañaron. Esperemos que sirva para algo, porque todavía queda mucho por hacer. Por la mañana en el centro para mayores al cual asisto, participo en un grupo de lectura y la coordinadora nos propuso que cada una de nosotras leyésemos algo relacionado con el día. Así lo hicimos y colaboramos con la mejor intención. El resultado... a valorar.

DIVERSIDAD

Está más que claro, que ninguna persona es idéntica a otra:
Unas prefieren música, otras religión, política, comida diferente etc. Pues ¡Bravo por la diversidad! Porque de lo contrario sería muy aburrido. Sin embargo, todos tenemos necesidades comunes y el deseo de vivir dignamente. Desde esta perceptiva todos los seres humanos somos iguales, tanto hombres como mujeres. A pesar de eso, la sociedad sigue asociando roles entre niños y niñas. Los niños son fuertes e independientes y ellas débiles y deben ser protegidas. Hay ciertas cosas que las niñas no pueden hacer porque están mal vistas, pero no así en los niños. Un niño puede decir tacos y tener un lenguaje un poco barriobajero. pero si lo hace una niña, es un marimacho.
En el siglo XXI, lo importante es, que hombres y mujeres seamos conscientes de estas situaciones e intentemos corregirlas.
Desgraciadamente todavía queda mucho camino por recorrer.
¿Por qué no lo hacemos juntos y juntas?.

                   Con la esperanza de que mis nietas lo logren...
                                                       Un abrazo para todas.
                                                                               Aurora.
              

martes, 30 de enero de 2018

REENCUENTRO CON MI BOLG

Bueno... parece que me voy reconciliando con mi ordenador, pues últimamente lo tenía bastante olvidado. No se... quizá sea porque cuando lo abro y me muestra todo lo que está pasando con la política en este país, me pongo enferma y me enfado como si el culpable fuera mi pobre ordenador. Hoy me he plantado delante y me he dicho...seras tonta!! no ves que el ordenador te dice lo que tu le pides que te diga? Nada más cierto. Así que de ahora en adelante solo le pediré que me diga cosas bonitas... que me han pasado y muchas.