CAPERUCITA

Cuando yo era niña en mi pequeño pueblo, libros para leer teníamos muy pocos, por no decir ninguno, pero la mayoría de niñas y yo en particular, teníamos unas abuelas que eran auténticas enciclopedias. En las noches de invierno nos sentábamos alrededor del fuego y nos contaban unos cuentos y unas historias fabulosas. Yo aún recuerdo muchas de ellas que a mi vez, se las he contado a mis nietos. Por ejemplo, el cuento de Caperucita yo no lo leí hasta que no fui mayor y se les compre a mis hijos. No obstante, yo recuerdo que mi abuela me lo enseñó cantando, y a día de hoy...todavía recuerdo esa canción. No puedo reproducir la musiquilla que le poníamos, pero voy a intentar contarla lo mejor que pueda.

CAPERUCITA ROJA

Cruza el bosque muy feliz Caperucita,

muy contenta va cantando una canción,

se dirige a visitar a su abuelita, 

sin saber... que el lobo malo la tragó.

Allá va con su capa tan roja.

Allá va con su gracia sin par.

Al llegar a la casita va a la alcoba,

ocupada por el lobo tan feroz, 

que vestido con la ropa de la abuela,

con la niña... quiere darse un atracón.

Caperucita se le acercó.

Y con asombro le preguntó.

Que ojos grandes que tienes abuelita.

Son para verte mejor.

Que orejas grandes que tienes abuelita.

Son para oírte mejor.

Que brazos largos que tienes abuelita.

Para abrazarte mejor.

¡Que dientes tienes que horror!!

tan agudos y afilados.

Para comerte mejor

 y tragarte en dos bocados.

Sobre la niña se arroja, 

pero antes de que la coja

puede huir Caperucita.

¡Socorro, Socorro! grita.

El lobo la puerta cierra

y con una voz que aterra,

le dice...¡Calla maldita!,

ya verás con que placer, 

ahora te voy a comer.

A los gritos que de lejos se escucharon,

se presenta un valiente cazador,

que salvó a Caperucita y a la abuela,

de las garras de aquel lobo tan feroz.

Y la comarca libre quedó. 

Y una gran fiesta se celebró.

Cuenta la historia...Que así pasó.

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